top of page

Azotes del neoliberalismo aquí, golpizas de los gringos, allá

Publicado en el periódico Buen Día...

    n documento fílmico que exhibió la televisión en días pasados, ilustró hasta el grado de la conmoción, el asombro y la indignación, la brutalidad con la que son tratados por los gringos los mexicanos, y muy concretamente los michoacanos que emigran al país del norte en busca de una salida desesperada para conseguir la subsistencia propia y la de sus familias.

Todos nos asombramos y nos indignamos al ver la brutalidad con la que fueron golpeados esos mexicanos buscadores de un mejor horizonte. La condena fue generalizada hacia el gobierno norteamericano, aunque casi nadie optó por formalizar nada, y las mismas autoridades que nos representan se quedaron mudas.

Otro acontecimiento se sumó de inmediato a ese hecho: la muerte de siete mexicanos, entre quienes se encuentran tres jóvenes michoacanos originarios de Cherán, que eran perseguidos por la policía, nuevamente en el área de Riverside, del estado de California. Este hecho, aunque fatal, no tuvo sin embargo el mismo impacto en la opinión pública, aunque sirvió sí para que el propio gobernador del Estado, Víctor Manuel Tinoco Rubí, anunciara su determinación de pedir la intervención de la Organización de las Naciones Unidas para que secen las hostilidades contra nuestros paisanos.

Tinoco Rubí también instruyó medidas de apoyo para los deudos de los jóvenes fallecidos.

Pero detrás de la brutalidad retratada, protagonizada por policías norteamericanos, y de la muerte posterior de tres jóvenes del pueblo indígena de Cherán, enclavado en el corazón de la Meseta Purépecha, hay una realidad todavía más dramática y estrujante que a fuerza de ser cotidiana ya casi nadie vemos o si la percibimos, ya no nos conmociona: esa es la brutalidad de azotes peores que se hunden en cuerpo y alma, propinados a diario a la mayoría de los mexicanos mediante la aplicación del sistema económico llamado neoliberal con el que Carlos Salinas nos golpeó y el doctor Ernesto Zedillo nos sigue castigando con severidad inaudita, obedeciendo a dictados que también vienen desde los centros financieros internacionales y de dominación radicados en el país vecino del norte.

De ese dramatismo en el que hoy vivimos la mayoría de los mexicanos, pero especialmente los campesinos que no encuentran aquí opciones de vida, nos hablan los familiares de los muertos y de Eugenio Corona y Eleazar Piñón, originarios estos últimos de Pátzcuaro, quienes fueron dos de los mexicanos salvajemente golpeados por los policías norteamericanos al intentar su aventura en busca de un mejor horizonte.

"Se fueron con muchas ilusiones y con grandes deseos de trabajar", relató en una entrevista la esposa de Eugenio, Reina Ceras, una mujer que a sus 18 años de edad ya tiene un hijo de cuatro años, y quien refirió que al irse su marido, de 20 años de edad, le dejó quinientos pesos "para irla pasando".

La esposa de Eleazar, el otro michoacano de los golpeados, quien apenas ha cumplido 22 años de edad, dejó a su mujer en miseria aún peor, con tres hijos que además han enfermado. Para que fueran atendidos por un doctor, su suegra apenas pudo darle 60 pesos, para lo cual tuvo que "trabajar en casa ajena".

"Mis tres muchachos salieron contentos porque pensaban que les iba a ir mejor que aquí, donde no hay trabajo ni posibilidades de ganar lo suficiente para mantener a una familia, aunque sea pobremente como estamos nosotros", balbuceó invadida de pesar doña María Elena Muñiz viuda de Chávez, madre de los hermanos Benjamín, Jaime y Salvador Chávez Muñiz, quienes murieron al impactarse la vieja camioneta en la que viajaban, cuando eran perseguidos por policías del estado norteamericano de California. Dos de esos tres jóvenes dejan en la orfandad a tres niños.

Lo probable es que esos niños huérfanos y los hijos de Eleazar, dentro de 20 años o menos (tres períodos de gobierno) decidan también "ir a probar suerte" si en ese lapso no encuentran aquí, como muchos de su edad, la posibilidad de tener un trabajo útil para ellos y el país.

 

El panorama no es nada alentador, máxime cuando no se advierte que el gobierno esté dispuesto a dar un viraje a su política económica y social, pues, por el contrario, se reafirma convencido de que "vamos por buen camino" y cada día nos promete que ahora sí "ya estamos iniciando la recuperación".

La realidad es muy distinta: ni el gobierno ni quienes tienen el dinero se resuelven a emprender la reconstrucción a partir de la crisis y siguen esperando a que la crisis pase para iniciar la tarea.

¡Mueve a espanto percatarse de que nadie o casi nadie denota arrestos para rebelarse en serio y con responsabilidad ante el futuro, contra nuestra cada vez más terrible realidad!

¡Cómo faltan líderes y gobernantes que se decidan a hacerlo teniendo como guía a su propio pueblo!

Punto final para los artículos-Photoroom.png

U

Comentarios

Comparte lo que piensasSé el primero en escribir un comentario.

© Polémica 3era época.

© 2025 Diseñado por JDSM.

bottom of page