
Derecha Digitalizada (DD)
Movimiento adormilado
Arturo Hernández Tovar
16 de noviembre de 2025
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No a ras de tierra, puerta por puerta y, menos aún, frente a frente.
Al contrario: la bien identificada oposición al gobierno actual, clasificada políticamente como La Derecha, ha desplegado una campaña propagandística digital en su enésimo intento por tumbar a la presidenta Claudia Sheinbaum.
Asida de inmediato a cuanto hecho alarmante ocurre —sin importar que se trate de tragedias—, tergiversa esa Derecha para pepenar culpas y endilgárselas a los gobiernos federal y estatales de la Transformación, dejando a salvo, por supuesto, a los de su mismo signo.
A partir de su estrepitoso fracaso en las pasadas elecciones federales, esa Derecha —así denominada porque históricamente ha defendido los intereses de los capitalistas y de los oligarcas— no encuentra el camino para convertirse en una oposición digna de crédito que realmente pueda luchar por causas que contribuyan, de algún modo, a la prosperidad nacional y al desarrollo del país.
Sin haber podido pergeñar siquiera unas cuantas líneas de un plan, o al menos un programa que ofrecer a los mexicanos como opción mejor a lo que realiza la Cuarta Transformación, y al parecer sin neuronas útiles ni intención de elaborarlo, ha optado simplemente por trampear a la Presidenta.
No aprendieron nada de sus pálidos intentos de hacer lo mismo con Andrés Manuel López Obrador.
El enésimo intento de estos días consiste en aglutinar fuerzas juveniles bajo el señuelo de la llamada Generación Z, a la que presentan como apartidista pero —según ellos— inconforme con el gobierno actual, con declarados propósitos de derrocarlo, exhibiendo incluso propuestas de cómo sustituirlo sin procedimiento electoral alguno; es decir, mediante golpismo a rajatabla.
Se les ve entusiasmados, creyendo que tendrán éxito sin mayor esfuerzo, con “un simple clic”. Así como pretende hacerlo el dirigente nacional del PAN, Jorge Romero Herrera, quien cree poder afiliar al instante a cien mil militantes con solo oprimir un botón.
Con sorprendente facilidad, sin moverse de sus cómodos escritorios, los convocantes a la marcha de la Generación Z se han convertido ya casi plenamente en lo que podríamos llamar La Derecha Digitalizada (La DD).
Pero este tipo de movilizaciones de la Derecha, en el pasado, se ha alimentado de agrupamientos confesionales aportados por estructuras religiosas o por colegios particulares claramente afines a sus causas, ideología y privilegios.
Han sido esos mismos estratos los que, en municipios y distritos como Morelia, han otorgado votos abundantes al PAN.
En los días siguientes podrá analizarse la composición de los contingentes marchistas, así como las causas que enarbolen, más allá de la intención de los convocantes de querer tumbar a la Presidenta de la República, quien —según la mayoría de las encuestas— mantiene un nivel de aprobación que rebasa el 70 por ciento.
Habrá que ver si esa cifra aprobatoria se desborda no solo en las calles, sino también en hechos tangibles de respaldo a sus políticas de gobierno. Ver si sus más cercanos están verdaderamente comprometidos con los principios y objetivos de la Cuarta Transformación y no continúan dejándola sola en la batalla.
Porque el movimiento que, transformado en partido, la llevó al poder, más bien parece estarse durmiendo en sus laureles.
